Ir al supermercado por las compras de la semana o la quincena o el mes es una necesidad, pero también se puede convertir en una trampa para caer en hábitos poco saludables. Por eso en esta publicación les quiero compartir 5 consejos para que tomemos una conciencia más saludable al realizar esta actividad que nos puede parecer rutinaria.
1. Nunca ir a hacer las compras con hambre: quizás este consejo ya lo han escuchado antes, pero lo sigo dando porque es muy cierto. En cualquier momento en que tengamos difícilmente vamos a tomar las decisiones más saludables. En este caso puede ser que elijamos opciones poco nutritivas o inclusive que compremos cosas de más.
2. Ir con una lista de lo que necesitamos: esto nos ayuda obviamente desde el punto de vista económico, pero también nos evita comprar alimentos que no necesitamos. Y al decir que no los necesitamos me refiero tanto a productos con mucha propaganda y que tal vez no sean saludables, o comprar de más y caer en desperdicio de alimentos.
3. Pensar no solo en lo económico, sino también en la calidad nutricional: estamos claros que muchas veces la situación económica determina lo que compramos. Pero podemos buscar un balance entre alimentos que sean accesibles, pero también nutritivos y que nos beneficien. Podemos ahorrarnos algo de dinero en este momento, pero tal vez nos estamos ganando un mayor riesgo de enfermedad.
4. Revisar tanto la información nutricional como la lista de ingredientes de lo que compramos: este consejo complementa al anterior. Para tomar las decisiones más saludables debemos revisar toda la información del producto. Incluso no comprar en automático una marca porque sí o porque siempre la hemos comprado. Hay que revisar si aparecen mejores opciones, o incluso cuestionarnos si realmente hemos estado comprando el mejor producto para nosotros.
5. Tener cuidado con los productos en el centro de los pasillos o cercanos a las cajas: muchas veces en estas áreas, por su visibilidad y exposición, se colocan muchos productos que no necesariamente son saludables, a veces ni básicos en nuestra alimentación, pero pueden "tentar" a más de uno.
Por supuesto que podemos incluir en nuestras compras ciertos alimentos o productos como "un gustito", pero hagámoslo de manera consciente, sin convertirlo en un automático de nuestras compras. Y procuremos que lo que sí compramos con frecuencia sean las mejores opciones que podemos adquirir en función de nuestra salud.
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