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Foto del escritorLic. Diana Mora Ramírez

¿Debemos evitar el queque navideño y los tamales?


Ya vamos llegando a la época de fin de año, y sumado al ambiente de fiesta, vienen también preparaciones tradicionales: tamales, queque navideño, galletas, rompope, etc. Al acercarse estas fechas, usualmente mis pacientes hacen básicamente la misma pregunta: ¿de eso no puedo comer nada?

No vamos a negar que son días en los que se dificulta apegarse a un plan de alimentación, y que no es extraño que se llegue a enero con algo de peso extra. Pero tampoco hace falta irse al extremo de no comer ninguna de esas comidas o bebidas. ¿Por qué? Porque parte del alimentarse de manera saludable, es aprender a tener una relación saludable con la comida: saber que no son necesarias prohibiciones porque yo puedo lograr el balance en mi alimentación (obviamente hablamos en este caso de personas sin ningún padecimiento que requiera una restricción alimentaria).

No es la idea que pasemos amargados en las actividades por no poder comer lo mismo que los demás, o peor aún que ni siquiera vayamos a actividades sociales para evitar comer. Eso no es saludable desde ningún punto de vista.


Lo que debemos hacer es trabajar en varios aspectos:


1. La moderación: no es necesario comerse todas las galletas en una sentada, o comer una gran cantidad de tamales en un solo día, o llegar a una fiesta y comer hasta que el estómago duela de la indigestión.


2. Priorizar: en el sentido de que elijamos lo que realmente deseamos comer, y no que comamos simplemente porque sí. O sea que si vamos a una fiesta, podemos dejar de comer cosas que en realidad no nos gustan tanto. Como le digo a mis pacientes: si va a "pecar" que sea con lo que realmente no puede dejar pasar.

3. Organizar la agenda: tener bien claro los días que hay actividades sociales, para saber que esos días debemos poner más cuidado a lo que comemos el resto del día. E igualmente tener en cuenta los días libres o sin actividades, en que podemos ser más disciplinados y sí cumplir el plan de alimentación.


4. Hacer de la actividad física un hábito: siempre es importante, pero en estos días más, ya que nos van a ayudar a compensar un poco los excesos. Si no logra sacar mucho tiempo para hacer ejercicio, al menos trate de ser más activo durante el día.

5. Cambiar la mentalidad de "en diciembre no se hace dieta": como les digo, podemos disfrutar las preparaciones de la época, pero no caigamos en darnos permiso para arrasar con la comida. Me atrevo a decir que es válido decir que no vamos a perder mucho peso en esta época, pero nos podemos mantener al menos. Eliminemos de nuestra mente la asociación diciembre-engordar.

Se requiere esfuerzo y mucha decisión y voluntad, pero ¡se puede lograr! No piense: "ya luego en enero me preocupo", porque muchas veces al final no es así tampoco. Como dice el dicho, no deje para mañana lo que puede hacer hoy. Disfrute las fiestas de fin de año, dese algunos gustos con las comidas, pero no pierda de vista su salud y su bienestar.

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