Mucho se habla de seguir una alimentación saludable, y probablemente todos tenemos nuestro concepto de lo que eso significa. Pero a veces hay algunas ideas asociadas a la alimentación saludable, que no necesariamente son ciertas. Hoy quiero referirme a eso en esta publicación.
Entonces veamos que NO es una alimentación saludable:
1. No tiene que ser algo costoso:
Muchas veces se tiene la idea de que para comer sano hay que invertir mucho dinero, pero no es una regla. Lo que si requiere es que seamos creativos y busquemos opciones cómodas para adquirir los alimentos. Por ejemplo ir a la feria del agricultor a comprar las frutas y vegetales, y aprovechar lo que sea de temporada en lo que vamos a preparar. O utilizar más las leguminosas como fuente de proteína (porque pueden ser más económicas que las carnes) y hacer distintas preparaciones con ellas, como por ejemplo ensaladas que lleven garbanzos, o tortas de lentejas.
2. No es comer alimentos específicos o marcas específicas:
Se piensa a veces que comer sano es comer vegetales y frutas "sofisticados" como alcachofas o arándanos. O que hay que comprar una mantequilla de maní o galletas de cierta marca, o que se debe tomar cierto yogur.
Si bien pueden haber marcas de alimentos que tienen opciones saludables, eso no quiere decir que son los únicos. O si bien en muchos lados veremos recetas saludables con ciertas frutas y vegetales, eso no quiere decir que por ejemplo comer chayote o un banano no es nutritivo.
Debemos aprender a pensar en grupos de alimentos o en los nutrientes que nuestro cuerpo necesita, y no en marcas.
3. No es eliminar alimentos o prohibirnos comer algo:
En una alimentación saludable podemos decir que todo tiene cabida. Lo más importante es la cantidad y la frecuencia con que se consumen los alimentos. Por ejemplo que las frutas y vegetales sean frecuentes, y los helados, dulces o hamburguesas sean ocasionales.
Comerme algo poco saludable de vez en cuando, no va a afectar lo que hago la mayoría del tiempo. Además alimentarse sanamente también es disfrutar lo que comemos, así que no es saludable estar pensando en: "esto no lo puedo comer", o "voy a comerme esto pero en realidad desearía comer otra cosa".
4. No es tener que hacer preparaciones complicadas:
Las mismas comidas que se pueden hacer normalmente en casa, como arroz, frijoles, picadillos, o una ensalada de repollo y tomate, pueden ser parte de una alimentación saludable. No tengo que buscar recetas con nombres complicados o que lleven horas de elaboración.
5. No es que tengo que sentarme a pensar en comidas muy distintas siempre:
La variedad es importante dentro de una alimentación saludable. Pero eso no quiere decir que debemos planear preparaciones radicalmente distintas por ejemplo para el almuerzo y la cena. Se pueden aprovechar componentes de un tiempo de comida en otro. Por ejemplo si hicimos picadillo de vainica lo repetimos en almuerzo y cena, o en la cena y el almuerzo del día siguiente.
La variedad la podemos dar a través de los días, pero no necesariamente tiene que ser en el mismo día.
Vean que estos son aspectos que muchas veces se consideran como limitantes para empezar a cuidar la salud a través de la alimentación. Dejemos de lado estas ideas, y comencemos de una vez con un estilo de vida saludable.
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