Cuando se habla de salud, muchas veces solo se piensa en la ausencia de enfermedad: si no me siento mal físicamente, si no tomo pastillas o no tengo una enfermedad diagnosticada, entonces ya soy saludable. Pero la salud es más que no estar enfermo.
La Organización Mundial de la Salud define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Y si bien normalmente nos preocupamos por la parte física, muchas veces dejamos de lado el aspecto mental y social.
Ya se ha observado a través de diversos estudios, que existe una relación muy importante entre la buena salud mental y la buena salud física, y viceversa. La depresión y otros padecimientos a nivel mental y emocional, pueden favorecer problemas a nivel digestivo y/o cardíaco, entre otros.
De acuerdo con información de la Universidad de Harvard, se ha visto que el estrés, la ansiedad y la depresión aumenta el riesgo de problemas del corazón, aún si la persona no ha padecido antes del corazón. A la vez, se ha visto que el entusiasmo, la esperanza, el positivismo, y la capacidad de mantener el equilibrio emocional al enfrentar el estrés, disminuyen el riesgo de un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Sumado a lo anterior, el estrés produce que se liberen hormonas en nuestro cuerpo, como el cortisol, que puede llevarnos a comer más, y eso favorecer la ganancia de peso. Además, cuando el estrés se mantiene por mucho tiempo, es común también que se duerma menos o se haga menos ejercicio, y el efecto global es que vivir constantemente con estrés va a favorecer la obesidad (y sus respectivas complicaciones).
Así que como vemos, el manejo del estrés y de las emociones es fundamental también para una buena salud. ¿Qué podemos hacer? A continuación algunos consejos:
Mantenga un estilo de vida saludable: hacer ejercicio no solo sirve para perder peso. Ayuda a liberar estrés y a relajarse. Coma sanamente, ya que su alimentación influye en su microbiota o flora intestinal, y se ha visto en estudios que la salud de nuestra flora intestinal se relaciona directamente con la depresión y la salud mental.
Aprenda a enfocarse en lo que es realmente importante: no acumule estrés por cosas que no son realmente importantes, o cosas que no va a poder modificar.
Aprenda cosas nuevas: no se deje llevar por la rutina. Aprenda un idioma, a tocar un instrumento, trabaje como voluntario, etc. Son cosas que ponen a trabajar a su mente en temas fuera de lo usual, y también le dan un propósito.
Practique el mindfulness: enfocarse en el momento presente, aceptar las emociones y pensamientos sin juzgarse, ser agradecido.
Si tiene algún hobby, procure dedicarle tiempo ojalá a diario.
Rodéese de personas positivas, no de aquellos que le cuentan solo problemas (o se los causan).
En mi consulta yo trato de trabajar con un enfoque integral, no me oriento solo hacia lo que la persona come, sino en general a todos los hábitos que influyen en la salud, incluidos aquellos que afectan la salud emocional y mental. Por eso siempre les doy recomendaciones para el manejo del estrés y la ansiedad. Claramente, estas recomendaciones que les presento en este artículo y las que doy en mi consulta, son muy generales. Para profundizar en el tema, o si hay otros padecimientos como la depresión, siempre la persona indicada para manejarlo será un profesional en Psicología.
Si desean leer más sobre este tema, les comparto algunas direcciones:
Identificadas dos bacterias intestinales que influyen en la salud mental
How your attitudes affect your health
Your well-being: more than just a state of mind
Managing your emotions can save your heart
Mind & Mood
Why stress causes people to overeat
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