Muchas veces me pasa con mis pacientes que hablan de la dieta que les di, o cuando llegan por primera vez hablan de la dieta que se les va a dar. En realidad yo lo que les doy es un plan de alimentación, y hoy les quiero contar la diferencia.
Para empezar debemos aclarar que la dieta, en realidad, se refiere a todo lo que comemos diariamente. Puede ser que mi dieta sea saludable o no, que incluya mucho comida o no, pero todos tenemos una dieta.
Por dieta también se entiende muchas veces un régimen que se sigue para perder peso. Usualmente se asocia a restricciones de alimentos, y a una serie de reglas de lo que se puede o no comer. Y justamente por eso, el concepto de dieta se asocia con algo malo, con algo que limita, y en general con una percepción negativa.
Muchos de los profesionales en Nutrición lo que indicamos es un plan de alimentación. Este consiste en darle al paciente una guía en cuanto a los alimentos y cantidades que debería comer, para cubrir sus necesidades nutricionales y a la vez lograr sus objetivos.
Si bien se indica una distribución de porciones a lo largo del día, el paciente lo puede modificar si es necesario (se le indica cómo hacerlo), y se le enseña además la equivalencia entre distintos alimentos, de forma que tiene más libertad a la hora de comer. No debe apegarse a que en el papel dice que debe comer tal o cual alimento específico.
Además. el plan de alimentación, por decirlo así, no está escrito en piedra. A lo largo de la atención nutricional se puede ir modificando según los objetivos y las necesidades de la persona. E idealmente, el paciente participa en la construcción del plan, por lo que está más adaptado también a sus preferencias. O sea el plan de alimentación es individualizado, mientras que la "dieta" incluso se puede encontrar en Internet a disposición de todos.
Sumado a todo esto, en mi caso, un plan de alimentación normalmente no va a ir ligado a una lista de alimentos permitidos y prohibidos. A menos que haya una condición de salud que requiere que se limiten ciertos nutrientes o alimentos, a mi criterio, todo alimento puede ser parte de nuestra alimentación, con mayor o menor frecuencia.
Entonces al participar en su elaboración, y tener más flexibilidad con un plan de alimentación que con una famosa "dieta", es más fácil de seguir y de mantenerlo por un plazo mayor, logrando así resultados que duren por más tiempo.
Y por supuesto, con un plan de alimentación evitamos esa connotación negativa de la palabra dieta, que a veces con solo pensar en la frase "estoy a dieta" ya cambia el estado de ánimo.
La "dieta" limita, el plan de alimentación no. La "dieta" es igual para todos, el plan de alimentación no. La "dieta" hace seguir reglas, el plan de alimentación permite aprender a tomar decisiones saludables.
Un plan de alimentación es, por mucho, mejor que una simple "dieta".
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