En los envases de los productos podemos encontrar mucha información importante, desde quién lo fabrica, hasta lo que contiene el alimento. La lista de ingredientes es un punto que, como consumidores, deberíamos revisar. También deberíamos revisar la etiqueta nutricional, pero muchas veces no sabemos exactamente qué debemos ver ahí. Por eso hoy les resumo en esta publicación, algunos de los puntos más relevantes que debemos revisar.
1. El tamaño de la porción:
Es el primer punto que debemos observar es el tamaño de la porción, y si coincide con la cantidad que vamos a comer. Puede ser que la porción indicada sea todo el paquetito. Pero también puede pasar que la porción indicada sean dos unidades, y nosotros vamos a comer 4, entonces debemos considerar que vamos a consumir el doble de lo que indica la etiqueta nutricional. Cabe aclarar que esa porción el fabricante la define bajo sus propios criterios, no necesariamente se relaciona con las porciones que indica un Nutricionista en un plan de alimentación. Es solamente una porción de referencia para el aporte de nutrientes.
2. Las calorías que provienen de la grasa:
En muchos casos, se indica el total de calorías, y de estas, cuántas provienen de la grasa. No debería ser la mayor parte de las calorías, ya que significa que es un alimento alto en grasa, y esto nos lleva al siguiente punto.
3. Ver el tipo de grasa:
En la etiqueta nutricional se indica el contenido de grasa total, y de este total, cuánto es grasa saturada, trans e insaturada (puede ser que esta se desglose en monoinsaturada y poliinsaturada). Las grasas saturadas deben ser las de menor aporte. Y sumado a esto, debemos verificar que el contenido de grasas trans sea cero, ya que estas son las más perjudiciales para la salud. En el caso de las insaturadas, debemos preferir que el aporte de las monoinsaturadas, sea el mayor.
4. Observar el contenido de fibra y azúcar:
Otro nutriente que encontramos en la etiqueta nutricional son los carbohidratos, y al igual que las grasas, presenta un desglose: los carbohidratos totales, y de estos, cuánto es fibra y cuánto es azúcar. Para que el alimento se pueda considerar fuente de fibra, debe contener al menos 2 gramos de fibra por porción (esto debemos revisarlo en especial en productos que se anuncian como integrales, para ver si realmente nos están ofreciendo el beneficio de la fibra).
En el caso del azúcar, debemos tener como referencia que el máximo diario que deberíamos consumir son 30 gramos. Entonces debemos preferir productos que no contengan más de 5 gramos de azúcar (como máximo 10, según nuestro consumo de azúcar proveniente de otras fuentes).
5. Revisar el aporte de sodio:
Generalmente todo producto empacado va a tener sodio en su composición, ya sea porque tiene sal como ingrediente, o por el uso de distintos aditivos que contienen sodio. Alimentos que aporten 200-300 mg de sodio por porción, no deberían ser alimentos que consumamos a diario. Un alto consumo de sodio puede tener un impacto negativo en nuestra salud.
Son 5 puntos muy básicos, pero nos pueden ayudar a hacer mejores elecciones de productos, cuidando nuestra salud mientras compramos.
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