Para la personas que padecen de hipertensión arterial, reducir el consumo de sal es una recomendación básica. Pero también se recomienda en general, como parte de una alimentación saludable. Y aunque suena muy sencillo de hacer, a veces no basta con quitar el salero de la mesa.
La sal es cloruro de sodio, o sea cloro y sodio. El sodio es el componente que, en exceso, puede llegar a tener efectos negativos para la salud. Se ha asociado con la hipertensión, pero también con un mayor riesgo de cáncer gástrico y osteoporosis.
El problema es que no encontramos sodio solo en la sal como tal. El sodio se utiliza en muchos productos envasados, ya que en esos casos funciona como preservante o conservante. Y es ahí donde se puede complicar la reducción del consumo de sal (o de sodio, que es como realmente lo deberíamos decir).
Es por eso, que quiero ofrecerles algunas recomendaciones más específicas, que nos van a ayudar a reducir la ingesta de este mineral:
La recomendación más obvia: reducir la cantidad de sal que utilizamos al cocinar, y dejar de lado la costumbre de tener el salero en la mesa. Es importante acostumbrarse a comer con la sal que ya se le puso a la comida, y no añadir más después.
Utilizar olores y especias naturales como chile, cebolla, ajo, orégano, albahaca, tomillo, etc. Hay una gran variedad de estos ingredientes, y nos pueden ayudar a resaltar el sabor de los alimentos, de una manera diferente a la sal. Los podemos usar frescos o secos o en polvo.
Reducir o eliminar el consumo de condimentos artificiales como salsas, consomé, cubitos, etc. Porque estos productos tienen sal añadida, y a veces se utilizan inclusive en conjunto con la sal.
Revisar las etiquetas de los productos envasados. En la información nutricional generalmente vamos a encontrar el aporte de sodio por cada porción de producto. Si dice que son 300-400 miligramos o más por porción, no es un producto recomendable para consumir con frecuencia. Alimentos como embutidos, salsas o snacks, son algunos ejemplos de alimentos que pueden tener un alto contenido de sodio.
Si se utilizan productos enlatados, que , es recomendable lavar el alimento para eliminar así parte del sodio que contienen.
Evite agregar con frecuencia sal a las frutas. En el caso de personas hipertensas, esto nunca es recomendable. Si hablamos de personas sanas, se puede hacer ocasionalmente, quizás con alguna fruta en particular. Pero no como un hábito.
No siempre se trata de eliminar del todo la sal de nuestra dieta. En algunos casos, seguir estas recomendaciones es suficiente como parte de un estilo de vida saludable. Lo importante es ver el estado de salud individual, y tomar las medidas necesarias según la persona.
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