La naranja tiene un alto contenido de agua, por lo que nos ayuda bastante en la hidratación (también por su contenido de minerales). Esto a su vez hace que tenga un bajo aporte de calorías.
Además del ya conocido contenido de vitamina C, la naranja también es fuente de otros micronutrientes. Por ejemplo el ácido fólico (sumamente importante en especial en la etapa de embarazo), potasio, magnesio y calcio. Sumado a esto, también contiene beta-caroteno, que es el que le da su color, pero además es un importante antioxidante. Y contiene además flavonoides, que también son antioxidantes.
Sumado a esto es importante resaltar que tiene un buen aporte de fibra, pero esta se encuentra en lo que llamamos popularmente la estopa, o sea la parte blanca que está entre la pulpa y la cáscara, por lo que es fundamental recordar el consumo de esa parte de la fruta si buscamos los beneficios de la fibra.
Por todo esto, la naranja es una fruta muy recomendable para la salud cardiovascular debido a sus antioxidantes, que evitan que el colesterol malo (LDL) se oxide, y se deposite en las arterias. Estos antioxidantes también ayudan a prevenir enfermedades degenerativas y el cáncer.
Por supuesto y como ya es conocido, esta fruta también favorece el buen funcionamiento de nuestro sistema inmune. Con una naranja mediana cumplimos los 60 miligramos de vitamina C que se recomiendan diariamente. La vitamina C también favorece la absorción del hierro de la dieta, por lo que en casos de anemia, el consumo habitual de naranja puede ayudar como parte del tratamiento.
Como se mencionó, tiene un buen aporte de fibra, y además el magnesio que aporta tiene un leve efecto laxante, lo que hace que esta fruta facilite el tránsito intestinal, y así ayuda en la prevención del estreñimiento. Pero además, la fibra ayuda a regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Y también tiene un efecto saciante, lo que ayuda en el control del peso. Pero hay que recordar que para tener estos beneficios hay que consumir la parte blanca que es donde está la fibra.
Además, por los nutrientes que contiene, tiene un efecto diurético, lo cual puede beneficiar en condiciones como la hipertensión o la gota (ácido úrico elevado). Pero en casos de personas con problemas a nivel renal, que usualmente deben controlar su consumo de potasio, hay que moderar el consumo de esta fruta.
Entonces, si bien la naranja se asocia de primera entrada con las defensas, ofrece muchos otros beneficios. Y aunque no se le hace tanta "publicidad" dentro de una alimentación saludable como a otras frutas, en realidad podemos sacarle mucho provecho a esta fruta tan accesible.
Muchas veces se piensa que se necesitan alimentos muy costosos para comer sanamente, pero en realidad podemos encontrar muchos beneficios en alimetos que pueden ser de fácil acceso para toda la población.
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