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Foto del escritorLic. Diana Mora Ramírez

Bacterias que hacen mucho por nosotros


La flora intestinal o microbiota se refiere al conjunto de bacterias que tenemos en nuestro tracto gastrointestinal, principalmente en el colon. Tal vez hemos oído hablar de ella, cuando escuchamos de probióticos en algunos alimentos, o cuando tomamos antibióticos y después nos mandan a tomar algún medicamento para restablecer la flora, pero quizás no tenemos muy clara su importancia. Por eso dedico a este tema la publicación de esta semana.


Por mucho tiempo se pensó que estas bacterias solo servían para mantener sano el intestino y para mejorar nuestras defensas, pero hoy en día se ha visto que tiene más funciones importantes. Se ha visto que la flora intestinal influye en padecimientos como artritis, problemas cardíacos y cáncer. Además, se ha observado que tiene relación con nuestro sistema nervioso central, así como relación con nuestro peso corporal (ya sea haciendo que ganemos peso, o que se nos haga difícil perderlo).


Sumado a lo anterior, en algunos estudios se ha visto que la microbiota puede colaborar en el control de los niveles de azúcar en la sangre, por lo que se relacionaría también con la diabetes (el manejo de la enfermedad, y la prevención). Incluso algunos estudios han permitido ver que puede haber una relación entre la microbiota y padecimientos como la depresión.


Entonces, como vemos, el papel de estos microorganismos va mucho más allá de nuestro intestino, y tal vez los hemos dejado de lado sin saber todo lo que nos pueden beneficiar. A continuación les indico algunos consejos importantes para cuidar nuestra microbiota:


  1. 1. Mantener una alimentación saludable y balanceada: esto favorece la diversidad de bacterias en nuestra flora intestinal, lo que se traduce en más variedad de beneficios para nuestra salud.

  2. Consumir suficiente fibra en nuestra dieta: debemos incluir a diario frutas, vegetales, leguminosas y granos enteros o integrales, que son excelente fuente de fibra. Nosotros no digerimos la fibra, pero las bacterias sí, y así pueden crecer.

  3. Consumir alimentos fermentados: como el yogur, el kéfir o la kombucha. Estos alimentos mejoran el funcionamiento de la microbiota, y ayudan a reducir el número de bacterias patógenas o que nos causan enfermedades.

  4. Mantener la lactancia materna al menos hasta los 6 meses: sabemos de los múltiples beneficios de la leche materna, y en este caso no es la excepción.

  5. Tomar antibióticos solo cuando sea necesario: este tipo de medicamentos afectan nuestra microbiota, por lo que es fundamental que solo se consuman en los casos necesarios, y siguiendo estrictamente las indicaciones médicas.

  6. Mantenerse activo y evitar el sedentarismo: se ha observado que la actividad física favorece el crecimiento y variedad de las bacterias en nuestro intestino.


Por otro lado, también hay aspectos que debemos cuidar, para no afectar nuestra flora intestinal, y se los describo a continuación:


  1. Consumo excesivo de edulcorantes: en algunos estudios se ha observado que estas sustancias pueden resultar tóxicas para nuestras bacterias, y este daño a la microbiota puede llevar a un aumento en los niveles de azúcar en la sangre, aumentando el riesgo de diabetes. También se ha visto que aumenta el riesgo de padecer colon irritable, y por supuesto afectaría todas las funciones de la flora, que les mencioné al inicio.

  2. Consumo excesivo de alcohol: en estudios se ha observado que el alcohol causa una reducción en el número de bacterias presentes en nuestro intestino.

  3. Fumado: en general sabemos que el fumado tiene efectos negativos en nuestro cuerpo, y el intestino y sus bacterias no son la excepción.

  4. No dormir suficiente: al no dormir lo suficiente, de acuerdo con algunas investigaciones, se altera la flora intestinal y se puede favorecer más bien el crecimiento de bacterias asociadas con la ganancia de peso, la diabetes y el metabolismo de las grasas.

  5. El estrés: puede causar un desequilibrio en las bacterias del intestino, haciendo que crezcan más las dañinas, y se reduzca el número de las que nos benefician.

  6. Una dieta inadecuada: los estudios han demostrado que una dieta baja en fibra, o con un exceso de azúcar, o proteína o grasa, pueden afectar la flora intestinal, afectando su crecimiento y variedad.


Como vemos, esas pequeñas bacterias resultan más importantes de lo que pensamos, y nuestra alimentación es importante para mantenerlas sanas: un motivo más para pensar en adoptar buenos hábitos alimenticios que nos dan salud, en lugar de dietas que tal vez nos llevan al peso que queremos, pero no necesariamente nos hacen estar sanos. Nuestro estilo de vida es fundamental para nuestra salud, hasta en aspectos que a veces desconocemos.

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