Con el invierno y las lluvias también aparecen los resfriados, y muchas personas lo primero que piensan es comprar pastillas de vitamina C. ¿Ayudan realmente?
La vitamina C tiene diversas funciones. Por ejemplo, contribuye con el buen estado de los huesos, dientes y vasos sanguíneos, favorece la formación de colágeno y la absorción del hierro, ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares, funciona como antioxidante, y es necesaria para el crecimiento y reparación de los tejidos. Y además ayuda a que nuestro sistema inmunológico trabaje adecuadamente.
Debido a esta última función es que tiene sentido que las personas busquen suplementos de esta vitamina para combatir los resfriados. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que la vitamina C no evita los resfriados. Lo que sí hace es que el resfrío dure menos días y que los síntomas sean más leves.
Entonces sí, la vitamina C tiene sus beneficios contra los resfríos, aunque no los previene. Pero ¿es realmente necesario comprar un suplemento? ¿O podemos obtenerla de los alimentos?
La vitamina C es un nutriente presente en gran cantidad de alimentos, y la cantidad que necesitamos diariamente no es tan alta. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de 90 miligramos diarios en el caso de los hombres, y 75 en el caso de las mujeres.
Una naranja contiene aproximadamente 50 miligramos de vitamina C, un kiwi alrededor de 65 miligramos, 1 taza de kale crudo contiene cerca de 80 miligramos, 1 taza de brócoli contiene aproximadamente 50 miligramos, 1 taza de papaya aporta alrededor de 87 miligramos y 1 taza de fresas 89 miligramos.
Como vemos, hay suficiente vitamina C en los alimentos. Si mantenemos una dieta en que comemos a diario frutas y vegetales, podemos cubrir fácilmente el requerimiento de esta vitamina. Y además recibimos otras vitaminas y minerales, fibra, más variedad de antioxidantes, y en general todos los beneficios que dan las frutas y vegetales. Lo que no va a suceder solo tomando el suplemento de vitamina C.
Puede haber casos en que el suplemento sea recomendable. Pero en el caso al que se refiere esta publicación (prevenir los resfríos), no es indispensable ya que podemos obtenerla, como vimos, de los alimentos.
Ahora bien, ya que la vitamina C es de tipo hidrosoluble (o sea que se disuelve o se puede transportar a través del agua), si ya tenemos suficiente vitamina C con la dieta, lo que se tome con el suplemento se va a eliminar a través de la orina. No guardamos una reserva, sino que el cuerpo toma lo que requiere y nada más.
Aun cuando se elimina de esa manera tan sencilla, un consumo excesivo de vitamina C por el uso de suplementos, podría tener algunos efectos adversos: malestar estomacal, diarrea, náuseas, reflujo, piedras en los riñones, entre otros. Difícilmente vamos a tener un exceso de vitamina C solamente con los alimentos.
Es por eso que siempre se debe tener cuidado al consumir cualquier tipo de suplemento, aún cuando parezca inofensivo como la vitamina C. Es mejor asesorarse con un profesional que le indique si realmente lo necesita, y cuánto debe consumir.
Komentarze