Sabemos que actualmente los carbohidratos o los alimentos harinosos tienen la mala fama de que son los que "nos hacen engordar" o los "dañinos". Lo cierto es que los carbohidratos no son malos para nuestro cuerpo, son una fuente de energía, y pueden ofrecernos muchos beneficios si elegimos las opciones más saludables. Por eso hoy me refiero a una de esas opciones: la avena.
Se puede consumir en otros momentos del día, pero puede ser una excelente opción por ejemplo para desayunar. A veces nos quedamos sin ideas para preparar desayunos variados o diferentes, y la avena puede ser nuestro aliado.
¿Qué beneficios nos ofrece?
Para empezar, la avena es un alimento fuente de carbohidratos de los que llamamos complejos, que son los que debemos preferir. Estos carbohidratos nuestro cuerpo los absorbe de manera más gradual o más lenta, evitando picos de azúcar que podrían llegar a afectar nuestra salud si se presentan con frecuencia y constantemente.
Además, la avena tiene un alto aporte de fibra, lo que favorece también la absorción lenta de los carbohidratos, pero además nos ofrece beneficios adicionales. La fibra que contiene la avena nos ayuda en dos frentes, por decirlo de alguna manera. A nivel intestinal nos va a ayudar a facilitar el tránsito intestinal, por lo que es muy útil en el tratamiento y prevención del estreñimiento. A nivel sanguíneo, la fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar.
Pero sus beneficios no llegan ahí nada más. La avena también nos brinda proteína, grasa saludable (grasa insaturada), vitaminas del complejo B, vitamina E, y minerales como magnesio, calcio, potasio y selenio. Y además es un alimento que contiene antioxidantes, por lo que ofrece protección para nuestras células.
Por su contenido de carbohidratos complejos, fibra y proteína, favorece la saciedad. Esto nos ayuda a controlar el apetito, y como quedamos satisfechos por más tiempo, vamos a ser menos propensos a andar "picando" o buscar algo para calmar el hambre.
Así que observando todos estos beneficios, podemos resumir que la avena nos va a ayudar en el tratamiento y prevención de enfermedades como la diabetes, problemas cardiovasculares, estreñimiento y el sobrepeso y la obesidad.
La avena la podemos incluir en muchas preparaciones, desde comerla sola con leche, hasta preparar galletas, panes y otras recetas más complejas. Para el desayuno puede ser una opción práctica, y podemos variar las formas de prepararla:
Fría o caliente con leche y canela.
Con yogur y frutas.
En bowls y agregar diversos toppings: chía, frutos secos, frutas frescas o deshidratadas, chispas de chocolate, etc.
La podemos dejar desde la noche anterior en un recipiente en el refrigerador, con leche o yogur, y al día sigueinte agregamos los acompañamientos que queramos.
Si tenemos más tiempo, podemos preparar pancakes con avena.
En batidos con frutas, frutos secos, chocolate u otros ingredientes.
Como vemos, además de ser un alimento de alto valor nutricional y que nos brinda muchos beneficios, también nos ofrece versatilidad, y nos puede ayudar a darle variedad a los desayunos de grandes y pequeños.
La avena es de esos alimentos que nos demuestra que no todos los carbohidratos son "malos" (recordemos además que no hay alimentos buenos ni malos), y que deberíamos consumirla.
¡Los invito a probarla!
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