Probablemente todos hemos escuchado que una buena alimentación es importante para nuestra salud. Pero sabemos ¿qué tan importante es específicamente cuando se trata del cáncer?
De acuerdo con datos recientes de la Agencia para la Investigación del Cáncer, hasta el 50% de los tumores se podrían evitar adoptando hábitos saludables, incluida una adecuada alimentación.
Existen aspectos relacionados con la nutrición que pueden favorecer la aparición de algunos tipos de cáncer. El tener un exceso de peso (o, más específicamente, de grasa corporal), el consumo excesivo de azúcar, bebidas alcohólicas o frituras, recientemente se ha mencionado el consumo elevado de carnes rojas y embutidos, así como carnes cocidas a la parrilla muy quemadas, entre otros.
De la misma manera, existen factores que nos ayudan a reducir el riesgo de cáncer, tales como el consumo de frutas y vegetales ricos en antioxidantes, un consumo adecuado de fibra, mantener un peso adecuado o niveles de grasa normales, etc.
Ahora bien, aún cuando cuidemos nuestra alimentación, pueden haber otros factores que predispongan a padecer cáncer, o éste puede aparecer aún sin tenerlos. Y entonces lo que comemos se vuelve clave también durante el tratamiento.
La quimioterapia, la radioterapia o inclusive las cirugías requieren que tengamos un estado nutricional lo más adecuado posible, y nuestra alimentación es importante para lograrlo. Si ésta no es buena, nuestro cuerpo va a estar débil para enfrentar el tratamiento, o se va a debilitar más con el mismo. Además muchos de los efectos secundarios de estos tratamientos se pueden controlar o mejorar con la alimentación, y en caso de cirugías se favorece la recuperación.
Sumado a lo anterior, dependiendo de la ubicación y tipo de cáncer, puede ser necesario limitar el consumo de algunos alimentos, y/o preferir el consumo de otros que pueden beneficiar.
Ahora bien, una vez superado un cáncer, ¿es importante seguir cuidando la dieta? La respuesta es un sí rotundo. Una adecuada alimentación nos ayuda a mejorar la calidad de vida, mantener el cuerpo sano, además de que hay alimentos o condiciones que pueden favorecer que aparezcan de nuevo ciertos tipos de cáncer, por lo que podemos ayudar a prevenir una recaída.
Como vemos, una nutrición adecuada es fundamental en la prevención del cáncer, y además en todas las etapas del proceso que implica esta enfermedad. Es por eso que los invito a darle la importancia debida a los alimentos que consumimos, y buscar la asesoría adecuada cuando se trata de estos temas.
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