En la actualidad hay muchas personas tratando de alimentarse mejor, y a veces el comercio nos puede confundir con algunos productos ya que se promocionan como saludables, o también porque ya tenemos la idea de que son opciones saludables. Hoy quiero dedicar la publicación a referirme a algunos ejemplos. Obviamente pueden haber más, pero estos 5 son muy comunes.
1. Granola
Tiene ingredientes naturales, fibra porque usualmente se prepara con avena y otros cereales. Pero también puede estar endulzada con miel. Y no quiero decir con esto que la miel sea mala, pero sigue siendo un azúcar simple que consumido en exceso puede tener consecuencias en nuestra salud. Entonces no debemos confiarnos nada más de que si es granola, es saludable. Hay que revisar si está endulzada, con qué, y qué cantidad de azúcar nos va a aportar. Recordemos que no se recomienda un consumo mayor a 30 gramos de azúcar añadida.
2. Barritas
Las barritas son una opción práctica, por ejemplo, si ocupamos andar una merienda a mano. Pero en algunos casos pueden estar endulzadas en exceso, e inclusive con jarabe de maíz alto en fructosa, que e muy perjudicial para la salud. También pueden ser un producto con un alto aporte de sodio, y pueden tener aceite de palma entre sus ingredientes, que tiene su impacto negativo. Así que si vamos a utilizar con frecuencia este tipo de productos, debemos revisar tanto la información nutricional, como la lista de ingredientes, para elegir una opción que sea adecuada para consumir seguido.
3. Margarina
Por mucho tiempo se pensó que entre menos grasa se consumía era mejor, y en parte por eso la margarina se puso tan de moda, en especial con sus opciones light o bajas en grasa. Lo cierto es que la margarina es un producto en cuya elaboración se hidrogena aceite, mismo proceso que genera las grasas trans. En buena teoría esas grasas se eliminan, pero no podemos tener plena certeza de que sea así. Ya que la información nutricional permite que aún si el contenido es por ejemplo 0.25 gramos de grasa trans, se declare en cero. Entonces podemos estar consumiendo pequeñas cantidades sin siquiera notarlo.
Si bien la mantequilla tiene grasas saturadas, estudios recientes han demostrado que no serían tan dañinas como se creía. Por lo que puede ser mejor consumir este tipo de grasa, que correr el riesgo de estar ingiriendo grasa trans.
4. Jugos de fruta
También es otra opción práctica porque podemos encontrar varios lugares que se dedican a la venta de jugos o batidos de fruta que elaboran en el momento. Pero debemos prestar atención a si le ponen azúcar, y también al tamaño y la cantidad de fruta que se utiliza. Podría ser que incluso se consuman 4 o más porciones de fruta de una sola vez.
Y si hablamos de jugos envasados, debemos revisar también si son realmente jugo, o si está hecho a base de saborizantes, colorantes y azúcar.
5. Embutidos de pavo
Son una opción muy recomendada por nutricionistas, pero al igual que con los productos anteriores, debemos revisar. Recordemos que sigue siendo un producto ultraprocesado, y según la calidad del mismo, puede tener mayor cantidad de aditivos y otros ingredientes "de relleno" que le restan calidad nutricional. Así que es importante revisar la información nutricional, ingredientes, y buscar una marca reconocida.
Los productos que podemos encontrar en el mercado nos pueden llegar a facilitar el logro de nuestras metas, pero no debemos adquirirlos "a ciegas". En especial cuando un producto se promocione como saludable, verifiquemos que realmente lo sea, y que sí ofrezca ventaja sobre otros productos (porque que un producto no se promocione como saludable, no significa que no lo sea).
Debemos investigar y ser consumidores críticos al adquirirlos, en especial cuando son productos que estamos pensando en consumir a diario o con bastante frecuencia.
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